jueves, 6 de marzo de 2008

La mística coopera


Según la Real Academia Española, la mística es algo que incluye misterio o razón oculta. Al hablar de la mística de Estudiantes, no hay que buscar algo oculto; por el contrario, hay que poner el ojo en la entrega, en la solidaridad, en el compromiso de un equipo que cuenta con grandes jugadores como Juan Sebastián Verón, el sólido Agustín Alayes, y la nueva joyita Pablo Piatti, pero que no sabe de individualidades.

La mística, que se puede definir como el aura que consigue un equipo en base a una historia consagrada, deja de serlo si no se la revalida. De nada sirve que Juan Ramón Verón haya fomentado una mística en base a goles, si su hijo Juan Sebastián, valuarte pincharrata de la era contemporánea, no defiende los colores como la herencia lo demanda.

Es cierto que la historia empuja, que da un plus, un manto de hazaña en los momentos duros. Pero también es cierto que si no se la revalida de manera constante, el tiempo, que cada vez menos se refleja en el pasado, desgasta los aires de invencibilidad y la mística de a poco va desapareciendo.

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