jueves, 15 de mayo de 2008

Mi amigo el periodista

Se podría definir al periodista como gente que le cuenta a la gente lo que le pasa a la gente. Ahora bien, el periodista hoy en día suele confundir su rol y cambia de lugar, queriendo pasar a ser la gente que realiza la acción y no la gente que la cuenta. Para ser más claro: el periodista quiere ser el protagonista en un medio en el cual debe pasar desapercibido.

El martes pasado tuve la oportunidad de estar en el entrenamiento matutino de San Lorenzo en Ciudad Deportiva y me llevé una gran decepción al ver a los periodistas televisivos, en mayor medida, y radiales haciéndose los amigos de los jugadores para intentar sacar ventaja sobre sus colegas y poder conseguir una exclusiva. O hasta incluso da para pensar que lo hacían por el simple hecho de querer sentirse “amigos” o partícipes en un ambiente de glamour al cual todos ellos aspiran a estar para sentirse importantes.

Si esto último es el motor que los lleva a parar a los jugadores cuando se están yendo del entrenamiento en sus autos de lujos para intercambiar una palabra o un gesto cómplice, creo que estos “periodistas” deberían replantearse su vocación. El periodista se forma para informar a la gente de temas de interés. Si una persona que se cree periodista tiene que interponer el amiguismo para poder contar lo que pasa, estamos entrando en un grave problema y además de ser malos periodistas pasamos a ser malos colegas. ¿Por qué malos colegas? Porque no todos son falsos y no todos tienen la necesidad de que una “estrella” de fútbol los salude para no volver frustrados a sus hogares. El problema es que estos últimos, por seguir su verdadera vocación, probablemente se pierdan “la exclusiva” por el simple hecho de que el amiguismo de los otros está tan de moda que hasta los jugadores ya lo aceptaron.

martes, 6 de mayo de 2008

Autodefensa


El habla es un modo de comunicación que inventó, descubrió, desarrolló o simplemente adquirió el hombre con el fin de transmitir al otro una idea que era necesaria ser sabida. Hoy en día, el habla se ha convertido en un modo de defensa, de excusa; un recurso que es muchas veces explotado de manera innecesaria por interlocutores que abusan del poder y de la masificación de los medios.

Cuando el presidente de Boca, Pedro Pompilio, salió a decir, luego de la derrota ante San Lorenzo por el torneo local, que “el equipo había sido Light” ¿Cuál era el verdadero fin? ¿Advertir a los hinchas sobre la falta de actitud del plantel o llamarles la atención a los jugadores? La respuesta es: depende. ¿Y de qué depende se preguntará usted? Y depende de la mecánica que mueve al fútbol-negocio...los resultados. Boca redondeó una buena semana con victorias ante Cruzerio y River. Entonces el depende se inclina para el lado de que las declaraciones de Pompilio fueron un alerta a los jugadores, y que las mismas actuaron como un baldazo de agua fría que despertó al plantel.

Ahora bien, si en el caso hipotético de que Boca hubiese perdido ante Cruzeiro y/o River, las palabras del Presidente xeneize habrían sido manipuladas con otro fin: la justificación (Yo avisé que este equipo era light).

La deducción a todo esto es que Pedro Pompilio, en un mal momento, optó por auto imponerse un mecanismo de defensa en vez de salir a respaldar a Ischia y a los jugadores. Conclusión: Habló por hablar, y le salió bien ¿le salió bien?

sábado, 3 de mayo de 2008

El de siempre

Un mocoso. Un chico de barrio. Un pobrecito. Un negrito de la villa. Un sin vergüenza. Un humilde. Una bestia. Un crack. Un argentino. Un pibe. Un hombre .

Ese mocoso…que jugaba a la pelota en Fuerte Apache. Ese chico de barrio… que llegó a All Boys con muchas ganas de jugar a la pelota. Ese pobrecito… que cumplió su sueño: jugar con ella en Boca. Ese negrito de la villa... que lloró cuando tuvo que dejar su equipo. Ese sin vergüenza… que enamoró a todo San Pablo y fue elegido el mejor del Brasileirao jugando para el Corinthians. Ese humilde… que desde cualquier parte del mundo siguió siendo amigo de sus amigos y no dejó su génesis ni su cumbia. Esa bestia… que con un toque sutíl en la final le dio la medalla dorada a la Selección Nacional en Los Juegos Olímpicos de Atenas. Ese crack… que llegó a Inglaterra y salvó al West Ham del descenso. Ese argentino… que ilusiona al Manchester United con la Liga Premier y la Champions League. Ese pibe… que no deja lugar al odio entre argentinos e ingleses y su nombre o el ya famoso “¡Argentino, Argentino!” es costumbre en las gradas del mítico Old Trafford. Ese hombre... que une a bosteros con gallinas y es tema de conversación entre simpatizantes sin importar los colores que pintan su interior. Ni más ni menos… Ese es Carlos Tévez. El de siempre.

martes, 29 de abril de 2008

El ilusionista

Diego Buonanotte es un ilusionista. Pero abarca este término no sólo en el sentido de realizar cosas fenomenales. El Enano de La Banda es uno ilusionista porque emociona, porque vende sueños, porque trae a la memoria añoranzas, recuerdos archivados en la memoria...y, a diferencia de la mayoría de los ilusionistas, él lo hace con gambetas atrevidas, guapeza y picardía de potrero.

Emociona verlo cuando, como ante Argentinos, toma la batuta del equipo y contagia a sus compañeros; los despierta cuando parecen dormidos en la mediocridad del partido y les marca el camino con sus ganas.

Vende sueños. Mejor dicho, quita sueños. Le quita el sueño a los hinchas millonarios, que ansían un campeonato, llámese Clausura, y mucho mejor si es la Libertadores; y ni que hablar si es doblete. El Enano vende ese sueño múltiple choice, ese examen que lo graduaría de ídolo precoz.

Los recuerdos vuelven a la memoria de los vitalicios; porque Buonanotte tiene pasta para ser gambeteador como Alonso, desequilibrante como Ortega y definidor como el Enzo. Este petizo tiene pasta de crack. Todavía tiene que demostrar mucho, es cierto, pero a la presión se la saca con una gambeta en una baldosa; y si usted a esto no lo ve, es porque el Enano es un ilusionista.

martes, 22 de abril de 2008

Sebado

Boca una vez más mostró que tiene chapa, experiencia, y sabe…sabe mucho cómo jugar la Copa Libertadores de América. En la noche del martes, el equipo de Carlos Ischia sufrió para meterse en octavos de final pero logró el objetivo.

Ayer no aparecieron los de siempre: Palacio, Palermo, Riquelme (aunque hizo el gol de la clasificación, no tuvo un gran partido). Ayer el hombre de la cancha fue Sebastián Battaglia. Un toro sin freno. Una barredora de izquierda a derecha. Un león. Un cinco con todas las letras.

El pibe surgido de las inferiores del club de La Ribera fue el motor de un equipo que jugaba a contra reloj desde el minuto cero buscando los cuatro goles necesarios para evitar el paro cardíaco.

Durante el primer tiempo tuvo un socio en la recuperación: Fabián Vargas, quien estaba haciendo un buen desempeño pero las urgencias de ir a buscar dos goles más hicieron que el colombiano sea reemplazado por Leandro Gracián, otro de gran importancia en la ofensiva xeneize.

En la etapa complementaria era el único en el círculo central. No tuvo problemas con las entregas ni con los relevos a Monzón (jugó su mejor partido en primera) y a González cuando se proyectaban por las bandas buscando desequilibrar el esquema rival. Si hay algo que le sobra a Battaglia son partidos decisivos por la Copa y no defraudó ni un poquito.

Cuando el final se acercaba y el resultado todavía no beneficiaba a Boca, Neri Cardozo reemplazó a Jesús Dátolo quien tuvo un gran primer tiempo y cumplió una doble tarea: acompañar en la creación y auxiliar al bombero de La Ribera.

Boca jugó bien pero Batagglia tuvo una noche excelente y ya no es noticia porque de estás, ya tuvo varias.

sábado, 19 de abril de 2008

En nombre del gol

¿De dónde surge la dependencia por un jugador? ¿Es un complejo que se genera el equipo cuando le falta una pieza clave o es la consecuencia del acostumbramiento a un determinado circuito que no funciona sin el engranaje original?

¿Que el Huracán de Ubeda no convierta goles cuando no está en cancha Andrés Franzoia es una casualidad o más bien una causalidad? El Globo de Parque Patricios mantuvo el arco rival virgen en seis cotejos de los once que lleva disputados. En cuatro de ellos (los empates ante Boca, Gimnasia La Plata e Independiente, y la derrota ante San Martín 0-2) el ex xeneize no estuvo en cancha por una cláusula que le impide jugar ante su ex club y por una lesión.

Mientras que de las tres victorias que acumula el equipo (Franzoia estuvo presente en todas), en dos de ellas el volante que ahora se desempeña como delantero fue pieza clave para llevarse los tres puntos: anotó los goles en la victoria ante Tigre (2-1), y anoche sumó otros dos tantos en el triunfo ante Olimpo (3-0).

A la estadística, que en este caso realza el buen momento de Franzoia, se le suma un dato no menor: los otros dos delanteros “fuertes” del Globo andan de mala racha. Franco Mendoza, quien fuese goleador del equipo en el torneo pasado, está errático y las pocas oportunidades que genera el equipo son desperdiciadas por el muchacho de la bincha que levanta más murmullos que aplausos en las plateas rojiblancas. Y Federico Nieto, quien todavía no convence a la gente, sólo pudo marcar un gol en este Clausura: ante Argentinos (1-1). Los volantes: poca vocación ofensiva. Sánchez Prette parece que perdió la memoria. Poggi desborda pero no remata con presición al arco y Omar Zarif pasa inadvertido en el ataque.

Volvió Franzoia a convertir, terminó con una racha de 537 minutos de los dirigidos por Ubeda sin mojar en la red rival y parece que desnudó la dependencia de Huracán. ¿Casualidad o causalidad?

lunes, 14 de abril de 2008

¿A qué juega Racing?


La Academia logró ayer su primera victoria en el campeonato en un partido discreto, en el cual, pese a no jugar bien, hizo méritos suficientes para llevarse los tres puntos ante un rival opaco, carente de ideas. La era Llop comenzó de la mejor manera posible, pero ¿a qué juega Racing?...

El esquema que utilizó Llop fue similar al que venía parando el renunciante Miguel Ángel Micó: cuatro defensas, dos volantes con aptitudes defensivas (Bastía Y Sánchez) y dos con la función primordial en ataque (Chatruc-aunque no sea un lúcido ofensivo- y Moralez). Arriba: Avalos con movilidad y Sava como referencia de área. Precisamente, la función de Sava tienta a los volantes a mandar centros para que éste la baje y ponga el juego en la circunferencia del área. Este recurso lo venía utilizando Racing, y ayer, pese a los retos de Llop, que pedía que jueguen por abajo, Moralez y Sánchez mandaban pelotazos a la medialuna y ante la impresición de los “pases”, los centrales de Arsenal no tenían mayores inconvenientes en neutralizar al 9 académico.

Cuando Racing entendió-o le hizo caso-a la idea del técnico debutante, el circuito ofensivo aceitó el juego y con la pelota en el piso provocó el foul a Bastía cerquita del área. Disparo magistral de Sosa y alegría blanquiceleste. De ahí más, el equipo se relajó, la tensión mermó y con espacios y la pelota sobre el césped Racing generó más y con más claridad, y si no aumentó la diferencia fue pura casualidad y mérito de Orcellet, el uno de Arsenal.

Conclusión: el nerviosismo y la necesidad de ganar llevó al equipo a encerrarse en la desesperación y el pelotazo era la respuesta inmediata a la que recurrían los jugadores. La solución: en medio de un plantel de jóvenes que se ven apichonados por la desesperada situación, tienen que aparecer el temple y la experiencia de Bastía, Chatruc y Sava, los más “viejos” en un plantel “juvenil”.

viernes, 11 de abril de 2008

Tres de oro

Si miramos el Ranking de la FIFA, se podría asegurar que la Selección Argentina vive momentos de gloria: se ubica en el primer lugar desde octubre de 2007. Pero detrás de este jolgorio marketinero e inservible hay una realidad que preocupa en el equipo y se encuentra en el sector inferior izquierdo del campo de juego.

Para platear esta charla hay que tener en claro una cosa: ¿Qué es lo que se necesita?... ¿Un Stopper? ¿Un hombre que complete la línea de cuatro y pase al ataque? ¿Un petiso pero veloz? ¿Un alto pero lento?

Ya es un hecho que el paso de Juan Pablo Sorín por la celeste y blanca cumplió un ciclo al finalizar Alemania 2006. También es un hecho que su posición no era clara. ¿Lateral o volante? ¿Por qué terminaba de centro delantero? De todos modos, esos son argumentos de otra charla. La verdad es que fue el último “tres” de Argentina.

Pasado el mundial y con la asunción de Alfio Basile como técnico, Gabriel Heinze es el hombre que más continuidad tuvo en el puesto a pesar de que en el Mundial su posición era la de segundo marcador central.

¿Es el Gringo el lateral que necesita el equipo? Su rendimiento en ese sector lo llevó al París Saint Germain de Francia, al Manchester United inglés y actualmente al Real Madrid. De todas maneras, tiene el perfil de un zaguero central. El ex Newell’s conforma pero no rinde como lo hacía en el puesto que hoy tiene nombre y apellido: Gabriel Milito.

La segunda alternativa es… ¿Hay un plan B? En caso de que Heinze se lesione o por cualquier motivo no pueda jugar, la Selección Argentina no ha mostrado una variante concreta. Lo que más rápido se puede imaginar es que Nicolás Burdisso, un multifuncional en la defensa, de ubique en el andarivel zurdo. De igual manera, el joven experimentado del Inter de Milán no maneja la pierna izquierda tan bien como la derecha y es el lugar donde se lo vio con menos frecuencia durante toda su carrera.

Otra opción, que todavía no se ha visto, pero que su rendimiento hará que su nombre aparezca en las listas de convocados es Lucas Licht. Actualmente en el equipo revelación de Europa: Getafe. El ex hombre de Gimnasia y Esgrima La Plata no necesitó ponerse la camiseta de algún club grande de fútbol argentino para que sus cualidades se puedan apreciar en el viejo continente. Es un jugador clave en el fondo del esquema de Michael Laudrup que responde en las dificiles.

No hay que olvidarse de Leandro Cufré, que si bien no ha mantenido su nivel, fue el jugador elegido por José Nestor Pékerman para ocupar dicha posición en caso de alguna complicación con Sorín.

En el fútbol argentino la oferta es poca y de bajo nivel, sin menospreciar. Germán Ré de Newell’s Old Boys es lo más sobresaliente. Un paso más atrás, se podría citar al defensor de Independiente, Carlos Matheu, que fue utilizado como lateral en la era Troglio aunque su mejor versión se pudo observar como marcador central.

Volviendo a Europa, la oferta es interesante pero arriesgada a la vez. Se llama Emiliano Insúa hizo las inferiores en Boca y hoy es jugador del Liverpool inglés. Aunque no tiene minutos en el primer equipo su actuación en el Mundial Sub 20 Canadá 2007 fue muy correcta y podría ser una buena opción.

Hay cartas, no muchas pero hay, sólo resta buscar al tres de oro.

viernes, 4 de abril de 2008

Corderos de la prensa

Se sienten avasallados, agredidos, victimizados. Los técnicos argentinos se ponen el traje de corderos y disfrazan a la prensa de lobos. ¿Por qué Ramón Díaz pasó de ser el pícaro contestador a un autista mediático? ¿Afectó el rol de los periodistas al alejamiento tempranero de Pedro Troglio de la conducción técnica de Independiente? ¿El estar “en boca de todos” es el verdadero motivo por el cual Julio Falcioni le dijo no a Racing?

Es cierto que el fútbol es una verdadera trituradora que enaltece y con la misma intensidad destrona. Es verdad que la inmensa cantidad de medios deportivos hacen de la noticia una búsqueda incesante de motivos para debatir. El constante asedio de la prensa hacia los protagonistas ponen en foco y dejan al desnudo falencias que en un pasado no tan lejano de no ser vistas el día del partido, pasaban desapercibidas ante los ojos del espectador.

Son ciertas las afirmaciones, pero también es cierto que los técnicos son actores del show que ellos mismos se encargan de armar cuando las cosas van bien. Ramón Díaz inundaba los programas deportivos a mediados de 2007, cuando San Lorenzo no paraba de recibir elogios. Troglio salía al cruce de las conjeturas y ante los micrófonos pronosticaba al Rojo campeón, y Falcioni en 2005, cuando dirigía a Banfield, era para la prensa el candidato número 1 para dirigir a Boca.

La prensa refleja lo que es el fútbol. Es el pastor que cuida al cordero, pero a la vez es el lobo que se lo devora.

lunes, 31 de marzo de 2008

Retroceder nunca, rendirse jamás

Sin Jean-Claude Van Damme como protagonista y dejando los golpes a un costado, es el título exacto para la película que esta viviendo Leandro Gracián.

Con paciencia, sin desesperarse, respetando la decisión del entrenador, esperando el momento justo, El Tano, que, con la camiseta Xeneise todavía no había llegado a su máximo nivel, por estas semanas está demostrando que la capa de héroe no le queda grande.

Al ex hombre de Vélez, le tocó una de las responsabilidades más difíciles que le puede tocar a un estratega del fútbol criollo: reemplazar a un irremplazable como Juan Román Riquelme. No le temblaron las canillas a la hora de pararse detrás de Palermo y Palacio y jugar como si La Bombonera fuera el potrero, como si delante de él estuviesen los amigos de la cuadra, como si el arquero rival fuese el gordito dueño de la única pelota, como si La 12 fuese el equipo que está esperando para entrar en un triangular de barrio de esos que se juegan a dos goles, como si la camiseta de Boca fuese una de esas remeras viejas que se usan para ir a patear a la canchita, como si la Copa Libertadores fuese el partidito cotidiano después del mediodía.

El Tano con un estilo diferente al del ídolo máximo de Boca Juniors (según estadísticas brindadas por el club) es el enganche que hace que la hinchada de Boca no clame a gritos por Román. Rápido, inteligente, ordenado, pícaro, definidor, audaz: Leandro Gracián camina por momentos de gloria por las calles de la ribera y la mochila es grande... pero no le pesa.

jueves, 27 de marzo de 2008

¿Locales?

“Vamos las bandas”, cantaban Los Redonditos de Ricota, y las bandas vinieron. A escasos días del inicio del festival que congrega a miles de bandas en River, el “Quilmes Rock”, da pena para el hincha de fútbol abrir el fixture y ver que su equipo es local en cancha ajena. Que deberá colgar su trapo en un alambrado desconocido, que deberá alentar al local pero en una tribuna en donde se siente visitante y que encima la localía no pesará como tal para el rival.

Tanto en el fútbol argentino como en la sociedad del mismo país, todo está al revés. Se supone que la prioridad de un club es su equipo, pero la necesidad de obtener capital fresco no da lugar a supuestos. Además los problemas edilicios y los hechos de violencia, con la correspondiente clausura, atentan contra el sentido de permanencia de un lugar.

Cómo explicar entonces que un estadio tenga localía para tres clubes, tal como sucede en el Diego Armando Maradona, donde además de Argentinos Juniors juegan Huracán y Nueva Chicago. Cómo explicar que en la próxima fecha River hace de local ante Arsenal en Vélez, mismo escenario donde Boca será anfitrión también próximamente, y Racing jugará en Lanús (sin público) ante San Martín de San Juan, mientras su rival predilecto, Independiente, hace las veces de local en el Cilindro de Avellaneda. Y eso que hace rato que los clubes platenses no juegan en sus canchas, El Bosque y el Estadio de 1 y 57.

El caso del Tomás A. Ducó es para destacar y observar. Su remodelación será llevada a cabo por una reconocida empresa que desarrolla todo tipo de espectáculos musicales de alto espectro. Esa misma empresa utilizará el estadio una vez remodelado como escenario para sus shows. Habrá que ver cómo sale la movida para los quemeros. Habrá que ver si una vez iniciados los espectáculos la pelota podrá rodar por el césped sin inconvenientes, o si por el contrario vendrán a la memoria las imágenes del Monumental repleto de pozos luego de la maratón de recitales de Soda Stereo sucedido a fines del año pasado.

Habrá que ver muchas cosas en cuanto a las localías en el fútbol argentino y replantearse la utilidad primaria de los estadios. Por lo pronto parece que la música le sigue ganando la pulseada a la pelota...vamos las bandas.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Se necesita otro Román

No hay dudas que el triunfo de La Selección Argentina por 2-0 ante Egipto fue justo. El equipo de Alfio Basile dominó el partido, no sufrió sobresaltos ni tuvo que transpirar demasiado para quedarse con la victoria. Se cumplió lo que todos pensaban.
Ahora bien, si se analiza el partido hay muchos puntos a tener en cuenta que dan lugar a la charla de fútbol...esa que todos discuten con todos y todos tienen razón y a todos nos gusta:
Argentina no jugó con un enlace clásico. Ante la no citación de Juan Román Riquelme por cuestionas obvias, el equipo nacional optó por jugar con dos hombres parados en la mitad de la cancha como Javier Macherano y Fernando Gago y dos volantes ofensivos que compartían la creación (Lucho González y Maxi Rodríguez).
No había enganche y en el primer tiempo se notó mucho. Tanto Sergio Agüero como Julio Cruz se vieron obligados a retroceder más de lo común para tener contacto con la pelota. Argentina no gustaba.
En el segundo tiempo, más precisamente después del minuto setenta, Gago se cargó la responsabilidad de "distribuidor". El ex Boca, por más que lo niegue y que su explosión al fútbol europeo haya sido jugando como cinco clásico, reune todas las condiciones para ser el 10 de cualquier equipo de primera: buena lectura del juego, correcta entrega, sutil pegada y perfecto orden. De esta forma, con Javier Mascherano en el circulo central, Lucho a la izquierda y La Fiera a la derecha, el equipo funcionó mejor.
De todos modos, el equipo necesito de un creador nato, un hombre que se dedique a eso. Lo positivo es que Basile sabe que Gago puede ser un bombero en caso de incendio de mitad de cancha hacia el arco rival. Jugadores sobran: Pablo Aimar, Andrés D'Alessandro, Federico Insúa, Leandro Gracián, Daniel Montenegro, Leandro Romagnoli, Juan Sebastián Verón, entre otros. Cada uno con su matiz y su estilo que difieren del resto. Muchos dirán que Román hay uno sólo, pero hay una verdad en todo esto...que no es eterno.

lunes, 24 de marzo de 2008

Motivos sobran

Motivos sobran. Las bases que cimientan a una institución son tres y cada una de ellas debe ser sólida. El trípode se desestabiliza si una de ellas falla, titubea. Para que un club funcione debe estar fortalecido en cuanto al equipo y el cuerpo técnico, la dirigencia y la hinchada. Sí, aunque ésta última aparente ser un mero testigo, es sin dudas igual y hasta incluso más protagonista que las otras dos partes.

Si el equipo que luce la casaca blanca y celeste a bastones no encuentra un sistema de juego, una identidad, un circuito futbolístico y se limita a llenar el área rival de centros o a depender de un destello, de un instante de lucidez de algún jugador...ese es un motivo.

Si el dirigente que representa los intereses del equipo que luce la casaca blanca y celeste a bastones no defiende el patrimonio del club y se ensaña con trabajar en post del beneficio personal y de la auto salvación...ese es un motivo.

Si el hincha, no el barra brava, que ama los colores blanco y celeste de la casaca a bastones no se limita a alentar, apoyar y cantar a favor de su equipo; y por el contrario insulta, se exaspera y provoca focos de violencia...ese es un motivo.

Una pata floja desestabiliza el trípode, pero las tres patas flojas lo derrumban. Esa es la imagen que refleja Racing en este presente oscuro. El equipo no responde, la dirigencia mira para el otro lado y la hinchada no ayuda. El equipo que luce la casaca blanca y celeste a bastones cada vez está más cerca del descenso...motivos sobran.

viernes, 21 de marzo de 2008

Perla negra

El mejor jugador del fútbol argentino. Un distinto. El alma del equipo. Un ídolo del club. Un habilidoso capaz de ganar un partido él sólo. Un hombre de Selección. Un crack.

Estas apreciaciones eran habituales a la hora de describir a Andrés D’Alessandro en la temporada 2002/03 cuando vestía la camiseta de River Plate. Hoy, después de su paso por Europa, se hace difícil creer que el 10 de San Lorenzo es la misma persona que inventó la famosa “boba”.

Las razones son complicadas de descubrir ya que la intención de jogo bonito la sigue teniendo. Dicen, que las mañas que se aprenden de chico no se pierden jamás. D’Alessandro mantiene esa base de jugar por el piso, de evitar el pelotazo desesperado, de recibir el balón y buscarle un destino productivo.

¿Será que Andrés es perla de otro collar en el equipo de Ramón? El viernes por la noche, en el inicio de la séptima fecha, El Cabezón no brilló en el Viaducto de Sarandí. Arrancó como enlace pero la pelota no llegaba a sus pies. A los 12 minutos de la etapa inicial, se paró a la derecha para poder preocupar a Espínola. Luego, se ubicó junto a Juan Manuel Torres en el centro del campo para tener participación y comandar el ataque de San Lorenzo. Nada dio resultado. La presencia en cancha de D’Alessandro fue casi una sombra y no encontró un lugar donde la pelota le llegue redonda. Fue sustituido por Daniel Bilos a los 27 minutos del segundo tiempo y El Ciclón ganó el partido.

Si volvemos en el tiempo, no muy lejano, vamos a ver que Ramón Díaz obtuvo el Clausura 2007 jugando con dos líneas de cuatro y dos delanteros o, en su defecto, con un 4-3-3. Pero la idea de un enganche fijo no prevalecía en el San Lorenzo campeón. Ahora el equipo es otro: No está la Gata Fernández, ni el Pocho Lavezzi. Claro, que sabiendo lo que puede dar el ex River sería muy atrevido de parte del entrenador dejarlo afuera. De todas maneras, el equipo no funciona.

¿D’Alessandro es sapo de otro pozo en el Cuervo? ¿No tiene suerte­? ¿Está viejo? ¿Le pesa la responsabilidad? ¿Andaría mejor en otro equipo? ¿El equipo sigue una ideología diferente a la de él?...Lo importante es que El Cabezón, de fútbol, sabe mucho, no hay dudas que tiene matices diferentes y tiene cuerda como para que nuestros ojos puedan volver a apreciar de “su” buen juego.

domingo, 16 de marzo de 2008

Pato y a la bolsa

Fortuna, olfato, sabiduría o simplemente, el destino. Patricio Rodríguez no estaba en los planes de Pedro Troglio para el partido del pasado sábado ante Gimnasia y Esgrima La Plata, pero ante la inpuntualidad en el vuelo de Grisales, el pibe de 17 años que se hizo "famoso" por un golazo de afuera del área a Boca en el Torneo de Verano, tuvo que ocupar un lugar entre los suplentes para saltar a la cancha en la segunda mitad y tirarle un salvavidas a su entrenador después de una semana complicada. Independiente no podía con Daniel Montenegro
sólo. Los aportes de Fredes en la creación eran escasos y Machín por derecha sólo ocupaba un lugar. Denís, con sus limitaciones, intentaba dar una mano en el armado pero no era su función. Independiente jugaba para Montenegro que hacía lo que podía: Empezó como delantero pero las urgencias en la creación del juego salieron a la luz y debía retroceder veinte metros para que la pelota le llegue al Tanque.
En el segundo tiempo, Independiente, como por arte de mágia, se tomo doce minutos para hacer tres goles. Claro, El Rolfi encontró en Patricio Rodríguez un socio que sigue sus pasos al pie de la letra y que no le temblaron las canillas a la hora de reemplazar a Machín.
En una frase, Independiente tenía el triunfo en el banco de suplentes. De todos modos, el pibe Rodriguez tiene mucho que aprender. Vale la aclaración porque no va a faltar un exagerado que se deje impresionar y lo pida para la Selección, ya que Riquelme no fue citado.
Rodríguez tenía en sus pies la vuelta de tuerca que necesitaba El Rojo: Montenegro tenía donde descargar e ir a buscar, Denis no debía bajar a buscar la pelota, Fredes se sacó responsabilidad y se paró a la derecha. Independiente empezó a funcionar y Pedrito pudo respirar.

viernes, 7 de marzo de 2008

Vale doble

El tren pasa una vez… y Fabián Vargas no duda nunca en subirse.
Guerrero con buen pie, un trabajador de la mitad de la cancha que llega al arco rival, un paciente que supo esperar su turno y no desaprovecharlo.

El colombiano fue un multifuncional en el partido ante Atlas por la Copa Libertadores: fue el socio fiel que tuvo Riquelme en el armado del juego y el hacha de doble filo que necesitó Sebastián Battaglia para arar la tierra en la mitad de la cancha.

Si bien se sabe que Vargas no es la cara visible del equipo de Carlos Ischia, en la noche de jueves, el ex América de Cali fue una de las figuras en la Bombonera. Pero claro, es difícil decir que Vargas fue el hombre de la noche después de los dos goles de Rodrigo Palacio (9 puntos según Clarín).

Si se analiza el juego propiamente dicho, Vargas hizo su trabajo (mediocampista por la izquierda junto a Battaglia) y el de Pablo Ledesma quien tuvo una actuación casi nula en la distribución del juego en tres cuartos de cancha.

Ahora nace un enigma: ¿Volverá Neri Cardozo a la banda izquierda de Boca? Carlos Ischia tiene la respuesta pero sabe que un colombiano le responde con hechos.

jueves, 6 de marzo de 2008

La mística coopera


Según la Real Academia Española, la mística es algo que incluye misterio o razón oculta. Al hablar de la mística de Estudiantes, no hay que buscar algo oculto; por el contrario, hay que poner el ojo en la entrega, en la solidaridad, en el compromiso de un equipo que cuenta con grandes jugadores como Juan Sebastián Verón, el sólido Agustín Alayes, y la nueva joyita Pablo Piatti, pero que no sabe de individualidades.

La mística, que se puede definir como el aura que consigue un equipo en base a una historia consagrada, deja de serlo si no se la revalida. De nada sirve que Juan Ramón Verón haya fomentado una mística en base a goles, si su hijo Juan Sebastián, valuarte pincharrata de la era contemporánea, no defiende los colores como la herencia lo demanda.

Es cierto que la historia empuja, que da un plus, un manto de hazaña en los momentos duros. Pero también es cierto que si no se la revalida de manera constante, el tiempo, que cada vez menos se refleja en el pasado, desgasta los aires de invencibilidad y la mística de a poco va desapareciendo.

jueves, 21 de febrero de 2008

Fanatismo absurdo


El fanatismo nos lleva a tomar decisiones absurdas. El fanatismo nos arrastra a ser necios, a idealizar emblemas, a idolatrar falsos ídolos como los barras y hasta pasar de héroes a antihéroes en un parpadeo por obra de una acción. En el fútbol se habla de fanatismo como una virtud, cuando es cuanto menos un defecto.
Sin llegar a puntos extremos, que abundan en nuestro fútbol, como lo es matar por que el otro es de un club diferente o porque nuestro equipo cayó derrotado y la impotencia tiene que ser canalizada a través de la violencia, el fanatismo se manifiesta con insultos, aprietes y cantos racistas.
Deberían “agradecerles” los hinchas de Gimnasia La Plata a los fanáticos del mismo equipo. Deberían “agradecerles” por apretar a Luciano Leguizamón y obligarlo a irse de un equipo que roza la mediocridad y lejos está de ser el subcampeón de 2005, por el sólo hecho de cambiarse la camiseta con Juan Sebastián Verón. Porque el Lobo no está en condiciones de darse el lujo de prescindir de un jugador así por un gesto que más que alentar la violencia, tiene ribetes más parecidos al pacifismo.
Deberían “agradecerles” los hinchas de Arsenal a ese grupo de ineptos que provocaron el alejamiento de un gran jugador que está dando que hablar en base a grandes actuaciones y perlitas que sellaron victorias importantes.
Agradezcan hinchas de Arsenal, y sufran hinchas triperos, porque mientras el fanatismo perdure cosas como estas pasarán y el fútbol quedará de lado, dando paso a actos estúpidos que atentan contra la cultura que tantas alegrías genera.

martes, 12 de febrero de 2008

Otro tropezón, la misma piedra

“Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores”, cantaba el músico Andrés Calamaro hace varios años. Hoy, sin una voz tan triste como la de Calamaro, pero con la tristeza que implica que Independiente no gane hace ocho partidos, su técnico, Pedro Troglio, podría esbozar la misma frase.
Troglio había reconocido después de las derrotas frente a San Lorenzo y Estudiantes –en el torneo pasado- que, cuando su equipo estuvo en desventaja, se equivocó con los cambios y, pensando en ser más ofensivo, provocó desorden e hizo que Independiente casi no se arrimara al área del rival.
En el arranque de este Clausura, después de un mes de pretemporada en la que “Peter” no se cansó de repetir que contar con el mismo plantel de la temporada pasada era una ventaja, nada cambió. El “Rojo” perdió ante Lanús por 1 a 0, y en el segundo tiempo los fantasmas de Troglio aparecieron de nuevo: Diego Churín a la cancha, y otra vez a tirar pelotazos. ¿Algo cambió? Si, Lanús tendría que haber marcado dos o tres goles más.
Más allá del error que pudo haber sido armar una defensa con tres defensores frente al equipo que mejor juega en Argentina, lo más preocupante es que las falencias se repiten y Troglio, que las detecta y las analiza, siempre cae en los mismos errores.


Escrito por Matías Scilabra, estudiante de Deportea

lunes, 11 de febrero de 2008

¿Goleador yo?


El murmullo estaba al caer; la incertidumbre rociaba el césped del Monumental y el 0-0 parecía estar lejos de ser quebrado. River, a pesar de contar con cuatro atacantes de calidad, no había si quiera incomodado al arco que defendía Valdiviezo. El circuito de fútbol entre el mediocampo y los delanteros estaba prácticamente desconectado, y un par de llegadas de los jujeños de Gimnasia había provocado un cierto malestar en el ambiente.
Parecía que el debut del Cholo iba a ser como el de su colega y ex compañero en Vélez, Carlos Ischia. Sin embargo, cuando todo parecía, un genial tiro libre de Abelairas encausó la tardecita millonaria y aquietó las aguas de un equipo que no encontraba respuestas. El “Pitu” burló al destino, ese mismo que supo amenazar su permanecía en el club de Núñez cuando la era Simeone lo puso en duda; ese mismo que de no ser por la sanción de Ponzio lo hubiese dejado viendo el partido desde el banco de suplentes; ese mismo que ayer le guiño el ojo en forma de tiro libre y le dijo: “Esta es tu oportunidad, no la desaproveches y demostrá que estás a la altura de un plantel repleto de millonarias figuras”. Abelairas se paró con guapeza y una aire altanero frente a la pelota, se jactó de la presencia de Ortega y acató la orden del destino. Su remate fue al palo del arquero y al traspasar la línea de meta y estamparse contra la red, se transformó en el delirio de miles de fanáticos riverplatenses y en la certeza de que el volante de 22 años está para pelear un lugar palmo a palmo en el mediocampo del esquema del Cholo; sí ese mismo que alguna vez lo estuvo a punto de marginar.

sábado, 9 de febrero de 2008

El nuevo esquema de Ramón


Llamó la atención verlo a Andrés Silvera solo arriba, paradito entre dos verdaderas torres como Rolando Schiavi y Nicolás Spolli, interpretando un especie de dramaturgo contemporáneo del “Llanero Solitario”, con menos éxito, obviamente, que el personaje mitad cowboy mitad héroe.
Sorprendió Ramón Díaz con un sistema atípico, quizás poco audaz, con cinco volantes (sólo dos de ellos netamente ofensivos: Daniel Bilos y Diego Ribero) y con el mencionado Silvera como única opción en la delantera. Sorprendió porque el técnico de San Lorenzo es un ganador neto, y el ataque es su debilidad. Sorprendió porque en los cinco partidos que los de Boedo disputaron en la pretemporada el sistema unánime que se vio en cancha fue el famoso 4-4-2; con variantes en el ataque: Romeo-Claudio Acosta, Menseguez-Silvera, Romeo-Menseguez y Silvera-Romeo: es más, sólo en dos oportunidades el “Pelado” repitió la dupla de ataque y lo hizo con Menseguez-Romeo, ambas veces ante Independiente. Vale destacar que San Lorenzo no obtuvo victorias en sus cinco presentaciones de verano: dos derrotas y tres empates.
Un punto a favor para Ramón Díaz fue la temprana expulsión de Jorge Ortiz, que probablemente haya sido el desencadenante del fracaso del flamante esquema. Por cierto, fue preocupante la poca llegada al arco rival, a pesar de que el "Pelado" haya mandado en el ocaso del partido a Romeo y a Menseguez para que acompañen al "Cuqui".
La gente silbó al equipo en un pésimo arranque del Ciclón en el año de su centenario. Ramón por lo pronto deberá rever el sistema y aceitarlo para el próximo encuentro copero ante el Caracas que supo amargar a River en la edición Libertadora pasada. Ah…podrá contar con dos engranajes nuevos: Andrés D’Alessandro y Gonzalo Bergessio, nada menos.

jueves, 7 de febrero de 2008

Harto y cansado; vuelve el fútbol

Harto y cansado de que los dirigentes se aprovechen de la pasión del hincha y se atrevan a golpearle los bolsillos como si no pasará nada ante el visto bueno de la AFA.
Harto y cansado de esperar los domingos en vano, para tener que conformarme con un insípido Villareal-Levante, o un Udienese-Lazio. Harto y cansado de bancarme un bodrio de verano en el cual no hay nada en juego y el fútbol parece un espectador ausente del marco que los veraneantes se esfuerzan en poner, con la inocente intención de ver a un Riquelme, o un Rolfi Montenegro; inocente porque los Ischia y los Troglio, con justa certeza, no arriesgan demasiado y destronan ilusiones mandando a cancha a un Dátolo, o a un “Patito” Rodríguez.
En fin, la abstinencia del fútbol argentino, sí ese mismo que solemos criticar a diario, es dura y difícil de sobrellevar. A tantos de nosotros los fines de semana nos resultan insípidos y el domingo tiene una ración extra de la tristeza y melancolía que suele tener ese día que antecede a la semana laboral o estudiantil, depende el caso.
A horas del inicio del Clausura las emociones atrapan al hincha fiel del fútbol; a tal punto de consumir un San Martín de San Juan-Olimpo como si fuese la final de la Champions League. Suele suceder que la imperante voluntad con la que uno se dedica a seguir la fecha íntegra del campeonato es inversamente proporcional al transcurso de la misma; será tal vez porque en determinado punto los equipos que andan bien en la Copa Libertadores se abocan a la misma y dejan de lado el certamen local; o quizá sea que al haber una emigración constante, los jugadores de acá no cumplan las expectativas que sí cumplían los jugadores que ahora son de allá.
En fin, los argentinos somos consumistas natos de esta religión que solemos enarbolar como los mejores; ni la imprudente Asociación del Fútbol Argentino, con el altanero Julio Grondona al mando; ni la inescrupulosidad de los encargados de la televisación podrán detener esta pasión, esta algarabía que genera un simple partido en los argentinos. Es cierto, estamos hartos y cansados de los malos manejos y los importunios, pero así y todo seguiremos siendo consumistas de esta adicción cada vez más letal y sabrosa: el fútbol argentino.