miércoles, 26 de marzo de 2008

Se necesita otro Román

No hay dudas que el triunfo de La Selección Argentina por 2-0 ante Egipto fue justo. El equipo de Alfio Basile dominó el partido, no sufrió sobresaltos ni tuvo que transpirar demasiado para quedarse con la victoria. Se cumplió lo que todos pensaban.
Ahora bien, si se analiza el partido hay muchos puntos a tener en cuenta que dan lugar a la charla de fútbol...esa que todos discuten con todos y todos tienen razón y a todos nos gusta:
Argentina no jugó con un enlace clásico. Ante la no citación de Juan Román Riquelme por cuestionas obvias, el equipo nacional optó por jugar con dos hombres parados en la mitad de la cancha como Javier Macherano y Fernando Gago y dos volantes ofensivos que compartían la creación (Lucho González y Maxi Rodríguez).
No había enganche y en el primer tiempo se notó mucho. Tanto Sergio Agüero como Julio Cruz se vieron obligados a retroceder más de lo común para tener contacto con la pelota. Argentina no gustaba.
En el segundo tiempo, más precisamente después del minuto setenta, Gago se cargó la responsabilidad de "distribuidor". El ex Boca, por más que lo niegue y que su explosión al fútbol europeo haya sido jugando como cinco clásico, reune todas las condiciones para ser el 10 de cualquier equipo de primera: buena lectura del juego, correcta entrega, sutil pegada y perfecto orden. De esta forma, con Javier Mascherano en el circulo central, Lucho a la izquierda y La Fiera a la derecha, el equipo funcionó mejor.
De todos modos, el equipo necesito de un creador nato, un hombre que se dedique a eso. Lo positivo es que Basile sabe que Gago puede ser un bombero en caso de incendio de mitad de cancha hacia el arco rival. Jugadores sobran: Pablo Aimar, Andrés D'Alessandro, Federico Insúa, Leandro Gracián, Daniel Montenegro, Leandro Romagnoli, Juan Sebastián Verón, entre otros. Cada uno con su matiz y su estilo que difieren del resto. Muchos dirán que Román hay uno sólo, pero hay una verdad en todo esto...que no es eterno.

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