lunes, 31 de marzo de 2008

Retroceder nunca, rendirse jamás

Sin Jean-Claude Van Damme como protagonista y dejando los golpes a un costado, es el título exacto para la película que esta viviendo Leandro Gracián.

Con paciencia, sin desesperarse, respetando la decisión del entrenador, esperando el momento justo, El Tano, que, con la camiseta Xeneise todavía no había llegado a su máximo nivel, por estas semanas está demostrando que la capa de héroe no le queda grande.

Al ex hombre de Vélez, le tocó una de las responsabilidades más difíciles que le puede tocar a un estratega del fútbol criollo: reemplazar a un irremplazable como Juan Román Riquelme. No le temblaron las canillas a la hora de pararse detrás de Palermo y Palacio y jugar como si La Bombonera fuera el potrero, como si delante de él estuviesen los amigos de la cuadra, como si el arquero rival fuese el gordito dueño de la única pelota, como si La 12 fuese el equipo que está esperando para entrar en un triangular de barrio de esos que se juegan a dos goles, como si la camiseta de Boca fuese una de esas remeras viejas que se usan para ir a patear a la canchita, como si la Copa Libertadores fuese el partidito cotidiano después del mediodía.

El Tano con un estilo diferente al del ídolo máximo de Boca Juniors (según estadísticas brindadas por el club) es el enganche que hace que la hinchada de Boca no clame a gritos por Román. Rápido, inteligente, ordenado, pícaro, definidor, audaz: Leandro Gracián camina por momentos de gloria por las calles de la ribera y la mochila es grande... pero no le pesa.

jueves, 27 de marzo de 2008

¿Locales?

“Vamos las bandas”, cantaban Los Redonditos de Ricota, y las bandas vinieron. A escasos días del inicio del festival que congrega a miles de bandas en River, el “Quilmes Rock”, da pena para el hincha de fútbol abrir el fixture y ver que su equipo es local en cancha ajena. Que deberá colgar su trapo en un alambrado desconocido, que deberá alentar al local pero en una tribuna en donde se siente visitante y que encima la localía no pesará como tal para el rival.

Tanto en el fútbol argentino como en la sociedad del mismo país, todo está al revés. Se supone que la prioridad de un club es su equipo, pero la necesidad de obtener capital fresco no da lugar a supuestos. Además los problemas edilicios y los hechos de violencia, con la correspondiente clausura, atentan contra el sentido de permanencia de un lugar.

Cómo explicar entonces que un estadio tenga localía para tres clubes, tal como sucede en el Diego Armando Maradona, donde además de Argentinos Juniors juegan Huracán y Nueva Chicago. Cómo explicar que en la próxima fecha River hace de local ante Arsenal en Vélez, mismo escenario donde Boca será anfitrión también próximamente, y Racing jugará en Lanús (sin público) ante San Martín de San Juan, mientras su rival predilecto, Independiente, hace las veces de local en el Cilindro de Avellaneda. Y eso que hace rato que los clubes platenses no juegan en sus canchas, El Bosque y el Estadio de 1 y 57.

El caso del Tomás A. Ducó es para destacar y observar. Su remodelación será llevada a cabo por una reconocida empresa que desarrolla todo tipo de espectáculos musicales de alto espectro. Esa misma empresa utilizará el estadio una vez remodelado como escenario para sus shows. Habrá que ver cómo sale la movida para los quemeros. Habrá que ver si una vez iniciados los espectáculos la pelota podrá rodar por el césped sin inconvenientes, o si por el contrario vendrán a la memoria las imágenes del Monumental repleto de pozos luego de la maratón de recitales de Soda Stereo sucedido a fines del año pasado.

Habrá que ver muchas cosas en cuanto a las localías en el fútbol argentino y replantearse la utilidad primaria de los estadios. Por lo pronto parece que la música le sigue ganando la pulseada a la pelota...vamos las bandas.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Se necesita otro Román

No hay dudas que el triunfo de La Selección Argentina por 2-0 ante Egipto fue justo. El equipo de Alfio Basile dominó el partido, no sufrió sobresaltos ni tuvo que transpirar demasiado para quedarse con la victoria. Se cumplió lo que todos pensaban.
Ahora bien, si se analiza el partido hay muchos puntos a tener en cuenta que dan lugar a la charla de fútbol...esa que todos discuten con todos y todos tienen razón y a todos nos gusta:
Argentina no jugó con un enlace clásico. Ante la no citación de Juan Román Riquelme por cuestionas obvias, el equipo nacional optó por jugar con dos hombres parados en la mitad de la cancha como Javier Macherano y Fernando Gago y dos volantes ofensivos que compartían la creación (Lucho González y Maxi Rodríguez).
No había enganche y en el primer tiempo se notó mucho. Tanto Sergio Agüero como Julio Cruz se vieron obligados a retroceder más de lo común para tener contacto con la pelota. Argentina no gustaba.
En el segundo tiempo, más precisamente después del minuto setenta, Gago se cargó la responsabilidad de "distribuidor". El ex Boca, por más que lo niegue y que su explosión al fútbol europeo haya sido jugando como cinco clásico, reune todas las condiciones para ser el 10 de cualquier equipo de primera: buena lectura del juego, correcta entrega, sutil pegada y perfecto orden. De esta forma, con Javier Mascherano en el circulo central, Lucho a la izquierda y La Fiera a la derecha, el equipo funcionó mejor.
De todos modos, el equipo necesito de un creador nato, un hombre que se dedique a eso. Lo positivo es que Basile sabe que Gago puede ser un bombero en caso de incendio de mitad de cancha hacia el arco rival. Jugadores sobran: Pablo Aimar, Andrés D'Alessandro, Federico Insúa, Leandro Gracián, Daniel Montenegro, Leandro Romagnoli, Juan Sebastián Verón, entre otros. Cada uno con su matiz y su estilo que difieren del resto. Muchos dirán que Román hay uno sólo, pero hay una verdad en todo esto...que no es eterno.

lunes, 24 de marzo de 2008

Motivos sobran

Motivos sobran. Las bases que cimientan a una institución son tres y cada una de ellas debe ser sólida. El trípode se desestabiliza si una de ellas falla, titubea. Para que un club funcione debe estar fortalecido en cuanto al equipo y el cuerpo técnico, la dirigencia y la hinchada. Sí, aunque ésta última aparente ser un mero testigo, es sin dudas igual y hasta incluso más protagonista que las otras dos partes.

Si el equipo que luce la casaca blanca y celeste a bastones no encuentra un sistema de juego, una identidad, un circuito futbolístico y se limita a llenar el área rival de centros o a depender de un destello, de un instante de lucidez de algún jugador...ese es un motivo.

Si el dirigente que representa los intereses del equipo que luce la casaca blanca y celeste a bastones no defiende el patrimonio del club y se ensaña con trabajar en post del beneficio personal y de la auto salvación...ese es un motivo.

Si el hincha, no el barra brava, que ama los colores blanco y celeste de la casaca a bastones no se limita a alentar, apoyar y cantar a favor de su equipo; y por el contrario insulta, se exaspera y provoca focos de violencia...ese es un motivo.

Una pata floja desestabiliza el trípode, pero las tres patas flojas lo derrumban. Esa es la imagen que refleja Racing en este presente oscuro. El equipo no responde, la dirigencia mira para el otro lado y la hinchada no ayuda. El equipo que luce la casaca blanca y celeste a bastones cada vez está más cerca del descenso...motivos sobran.

viernes, 21 de marzo de 2008

Perla negra

El mejor jugador del fútbol argentino. Un distinto. El alma del equipo. Un ídolo del club. Un habilidoso capaz de ganar un partido él sólo. Un hombre de Selección. Un crack.

Estas apreciaciones eran habituales a la hora de describir a Andrés D’Alessandro en la temporada 2002/03 cuando vestía la camiseta de River Plate. Hoy, después de su paso por Europa, se hace difícil creer que el 10 de San Lorenzo es la misma persona que inventó la famosa “boba”.

Las razones son complicadas de descubrir ya que la intención de jogo bonito la sigue teniendo. Dicen, que las mañas que se aprenden de chico no se pierden jamás. D’Alessandro mantiene esa base de jugar por el piso, de evitar el pelotazo desesperado, de recibir el balón y buscarle un destino productivo.

¿Será que Andrés es perla de otro collar en el equipo de Ramón? El viernes por la noche, en el inicio de la séptima fecha, El Cabezón no brilló en el Viaducto de Sarandí. Arrancó como enlace pero la pelota no llegaba a sus pies. A los 12 minutos de la etapa inicial, se paró a la derecha para poder preocupar a Espínola. Luego, se ubicó junto a Juan Manuel Torres en el centro del campo para tener participación y comandar el ataque de San Lorenzo. Nada dio resultado. La presencia en cancha de D’Alessandro fue casi una sombra y no encontró un lugar donde la pelota le llegue redonda. Fue sustituido por Daniel Bilos a los 27 minutos del segundo tiempo y El Ciclón ganó el partido.

Si volvemos en el tiempo, no muy lejano, vamos a ver que Ramón Díaz obtuvo el Clausura 2007 jugando con dos líneas de cuatro y dos delanteros o, en su defecto, con un 4-3-3. Pero la idea de un enganche fijo no prevalecía en el San Lorenzo campeón. Ahora el equipo es otro: No está la Gata Fernández, ni el Pocho Lavezzi. Claro, que sabiendo lo que puede dar el ex River sería muy atrevido de parte del entrenador dejarlo afuera. De todas maneras, el equipo no funciona.

¿D’Alessandro es sapo de otro pozo en el Cuervo? ¿No tiene suerte­? ¿Está viejo? ¿Le pesa la responsabilidad? ¿Andaría mejor en otro equipo? ¿El equipo sigue una ideología diferente a la de él?...Lo importante es que El Cabezón, de fútbol, sabe mucho, no hay dudas que tiene matices diferentes y tiene cuerda como para que nuestros ojos puedan volver a apreciar de “su” buen juego.

domingo, 16 de marzo de 2008

Pato y a la bolsa

Fortuna, olfato, sabiduría o simplemente, el destino. Patricio Rodríguez no estaba en los planes de Pedro Troglio para el partido del pasado sábado ante Gimnasia y Esgrima La Plata, pero ante la inpuntualidad en el vuelo de Grisales, el pibe de 17 años que se hizo "famoso" por un golazo de afuera del área a Boca en el Torneo de Verano, tuvo que ocupar un lugar entre los suplentes para saltar a la cancha en la segunda mitad y tirarle un salvavidas a su entrenador después de una semana complicada. Independiente no podía con Daniel Montenegro
sólo. Los aportes de Fredes en la creación eran escasos y Machín por derecha sólo ocupaba un lugar. Denís, con sus limitaciones, intentaba dar una mano en el armado pero no era su función. Independiente jugaba para Montenegro que hacía lo que podía: Empezó como delantero pero las urgencias en la creación del juego salieron a la luz y debía retroceder veinte metros para que la pelota le llegue al Tanque.
En el segundo tiempo, Independiente, como por arte de mágia, se tomo doce minutos para hacer tres goles. Claro, El Rolfi encontró en Patricio Rodríguez un socio que sigue sus pasos al pie de la letra y que no le temblaron las canillas a la hora de reemplazar a Machín.
En una frase, Independiente tenía el triunfo en el banco de suplentes. De todos modos, el pibe Rodriguez tiene mucho que aprender. Vale la aclaración porque no va a faltar un exagerado que se deje impresionar y lo pida para la Selección, ya que Riquelme no fue citado.
Rodríguez tenía en sus pies la vuelta de tuerca que necesitaba El Rojo: Montenegro tenía donde descargar e ir a buscar, Denis no debía bajar a buscar la pelota, Fredes se sacó responsabilidad y se paró a la derecha. Independiente empezó a funcionar y Pedrito pudo respirar.

viernes, 7 de marzo de 2008

Vale doble

El tren pasa una vez… y Fabián Vargas no duda nunca en subirse.
Guerrero con buen pie, un trabajador de la mitad de la cancha que llega al arco rival, un paciente que supo esperar su turno y no desaprovecharlo.

El colombiano fue un multifuncional en el partido ante Atlas por la Copa Libertadores: fue el socio fiel que tuvo Riquelme en el armado del juego y el hacha de doble filo que necesitó Sebastián Battaglia para arar la tierra en la mitad de la cancha.

Si bien se sabe que Vargas no es la cara visible del equipo de Carlos Ischia, en la noche de jueves, el ex América de Cali fue una de las figuras en la Bombonera. Pero claro, es difícil decir que Vargas fue el hombre de la noche después de los dos goles de Rodrigo Palacio (9 puntos según Clarín).

Si se analiza el juego propiamente dicho, Vargas hizo su trabajo (mediocampista por la izquierda junto a Battaglia) y el de Pablo Ledesma quien tuvo una actuación casi nula en la distribución del juego en tres cuartos de cancha.

Ahora nace un enigma: ¿Volverá Neri Cardozo a la banda izquierda de Boca? Carlos Ischia tiene la respuesta pero sabe que un colombiano le responde con hechos.

jueves, 6 de marzo de 2008

La mística coopera


Según la Real Academia Española, la mística es algo que incluye misterio o razón oculta. Al hablar de la mística de Estudiantes, no hay que buscar algo oculto; por el contrario, hay que poner el ojo en la entrega, en la solidaridad, en el compromiso de un equipo que cuenta con grandes jugadores como Juan Sebastián Verón, el sólido Agustín Alayes, y la nueva joyita Pablo Piatti, pero que no sabe de individualidades.

La mística, que se puede definir como el aura que consigue un equipo en base a una historia consagrada, deja de serlo si no se la revalida. De nada sirve que Juan Ramón Verón haya fomentado una mística en base a goles, si su hijo Juan Sebastián, valuarte pincharrata de la era contemporánea, no defiende los colores como la herencia lo demanda.

Es cierto que la historia empuja, que da un plus, un manto de hazaña en los momentos duros. Pero también es cierto que si no se la revalida de manera constante, el tiempo, que cada vez menos se refleja en el pasado, desgasta los aires de invencibilidad y la mística de a poco va desapareciendo.